segunda-feira, 17 de setembro de 2012

El Jingle de la Concientización

Las campañas de concientización tienen como objetivo esclarecer a la sociedad sobre determinado problema que afecta a sus miembros de modo individual o colectivo; también pueden tratar de despertar la conciencia de los individuos para que contribuyan a solucionar el problema. De modo general, esas campañas dan informaciones claras que son ampliamente divulgadas por los medios de comunicación, ya sea a través de notas y anuncios en la prensa, sea en carteles, videos institucionales, piezas para la televisión y la radio.
Con este objetivo el año 9o del fundamental II, después de elegir en grupo algún problema que afecta a la sociedad, criará Jingles (mensajes de corta duración) para incentivar al oyente a cambiar de actitud  o adoptar una que contribuya para hacer su vida mejor, así como la de otras peesonas.
Enseguida mostraremos en nuestro blog, los trabajos que se realizaron.



segunda-feira, 6 de agosto de 2012

Adicción al Video Juego

El trastorno y su tratamientoFue Joseph Weizenbaum el primero en referirse a los aficionados a los ordenadores como víctimas de un trastorno allá por 1969. Como ya se ha visto, esta visión demonizada de la tecnología y sus nefastas consecuencias psicológicas parece ser rechazada por la mayoría de expertos, sin embargo; ¿qué ocurre cuando alguien, aún de manera excepcional, padece dichas consecuencias?, ¿existe hoy por hoy algún efectivo tratamiento o vía de prevención frente a éstas “tecno-adicciones”?

De entre las nuevas tecnologías susceptibles de crear adicción (televisión, teléfono móvil, Internet...), los videojuegos ostentan el primer puesto por número de casos, al presentarse como los productos más accesibles para los jóvenes dado el cada vez mayor auge de este sector de entretenimiento. Desde esta perspectiva no es de extrañar la apertura de numerosos centros especializados en el tratamiento de los trastornos causados por las sesiones compulsivas de juego. Uno de ellos ya ha sido mencionado previamente, se trata del Smith and Jones Addiction Consultants, único en toda Europa y de gran repercusión mediática. No obstante, también encontramos este tipo de clínicas en nuestro país (Centro de Psicología Bilbao), lo que nos deja una buena muestra de la cada vez mayor concienciación existente al respecto.

Por norma general, la detección de estos problemas se torna ciertamente complicada. Ambos centros coinciden al afirmar que el indicador más claro viene dado por una dificultad en el sujeto para relacionarse normalmente con su entorno. Así, una persona adicta desde el punto de vista clínico suele descuidar sus relaciones personales y laborales, piensa en jugar con videojuegos cuando no lo está haciendo, intenta terminar una sesión de juego sin éxito, se pone frente a los mandos de su máquina para evadir la tristeza o la rabia y tiende a mentir u ocultar sus hábitos. Todo ello deriva en graves consecuencias como ataques de pánico, problemas de sueño, fracaso escolar y ansiedad cuyo origen puede radicar en una personalidad dependiente propensa a las adicciones o en problemas de matiz social, familiar y escolar que impulsen al individuo a jugar para evadir esa realidad a toda costa.

La prevención es, sin duda, la mejor arma. En este sentido, las clínicas consultadas proponen una mayor supervisión del sujeto durante el tiempo que éste pase frente a la pantalla y proponerle actividades alternativas, especialmente a través de su círculo de amigos. Sin embargo, la situación del que ya ha caído en esta oscura red es bastante más compleja. Las terapias de ‘’desenganche’’ propias de otras adicciones son ineficaces en este caso, ya que aquí es imposible separar al adicto de su fuente de adicción (los videojuegos), algo a lo que sí se recurre en el caso de drogadictos o alcohólicos.

Por ello, las terapias que han terminado siendo más efectivas son las empleadas para los adictos a la comida. Un tratamiento convencional en el Smith and Jones suele extenderse entre uno y dos meses, tiempo durante el cual se trata de concienciar al paciente del problema y de aleccionar a los familiares sobre la mejor manera de afrontarlo. No existe pues otra opción más que las charlas con especialistas y los esfuerzos continuados por conseguir que el afectado se interese por otras aficiones, algo extremadamente complejo si tenemos en cuenta que, tal y como cuenta el director de la clínica, muchos pacientes han perdido por completo su red social.